El cuello, bastante largo, vertical, se va ensanchando en su parte interior, correspondiente al buche, así como a la unión con el cuerpo, robusto y macizo, que no da impresión de pesadez. Las patas, perfectamente palmeadas, son de color rosado, fuertes y más bien cortas. El plumaje es completamente blanco y en el dorso primero, pero también en los flancos, las plumas se transforman, adquiriendo una longitud especial y una textura ‘rizada’ muy particular, que origina el nombre vulgar del animalito.
No existe dimorfismo sexual aparente, aunque los machos suelen ser algo mayores, con el cuello más largo, cabeza más ‘cuadrada’ y su voz más aguda que la de sus compañeras. Seleccionada, hace muchos años, a partir de ejemplares de oca blanca común, parece que su patria de origen ha de buscarse en Europa oriental, aunque existen teorías que adjudican a los holandeses la formación y fijación de la raza.
Longevidad: Quince-dieciséis años, si bien se citan excepcionales registros de más de veinticinco años.
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