pero durante el año, puede cambiar de un lugar a otro en busca de embalses para cubrir sus requerimientos de alimentación, reproducción, y refugio. Estos desplazamientos, locales o regionales, son temporales de acuerdo a la disponibilidad de agua y alimento, o necesidad de otros recursos como una buena cobertura herbácea para anidar.
El pato mexicano se distribuye a lo largo de ríos y lagos del Altiplano Central Mexicano y llega hasta Chihuahua, sur de Arizona, Nuevo Mexico y Texas, por la parte oriental de la Sierra Madre Occidental y la cuenca del Río Bravo, pero también se le puede encontrar en Nayarit, Jalisco, Michoacán, Estado de México, Distrito Federal, Puebla, Tlaxcala y posiblemente en otros estados del sur como Oaxaca y Veracruz.
En el norte de México y sur de los Estados Unidos, el pato Mexicano se aparea durante la primavera y que al inicio del verano, y en ocasiones desde finales de abril y mediados de junio, anida en las orillas de las lagunas y áreas pantanosas, oculto bajo bejucos, juncos y otras malezas.
A finales del verano, cuando las crías adquieren el plumaje de los adultos, comienzan a formarse las grandes parvadas de estos anátidos que suelen verse durante el invierno, y, junto con otras aves acuáticas (patos y gansos principalmente), son objeto de aprovechamiento cinegético,
durante el invierno el pato mexicano se desplaza desde sus áreas de reproducción, en el norte, hasta 1,000 km hacia el sur. Se estima que alrededor de 500,000 patos y gansos llegan al centro de México cada año durante el invierno; sin embargo, la cantidad es muy variable y poco se conoce sobre sus poblaciones.
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